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En un sofocante mediodía, el río Paraná refresca la Él dejó de ser Tronco para ser… ¡solo los
dura costa de Posadas, y el sensible Ángel, pequeño enamorados lo sabrán!
señor de los señores, cuyo don es recibir sabiduría
para educar con paciencia al prójimo, al ver Él descubrió a su Doncella de espaldas nadando
renacer a la chicharra, que está cantando, aferrada desde el espacioso campo de termitas, entre yacarés,
al corazón de Tronco, dice: por la orilla del arroyo Zaimán para contemplar la
exuberancia del ancestral caudaloso Sr. Paraná. Se
Ella es ejemplo de que siempre hay una segunda acercó para entregarle junto a la Ocelote diez rojas
oportunidad para corregir los vicios en la evolución rosas que conforman a su corazón diciéndole:
del amor.
Espaldita de luna y sol.
Cuando hacemos mal por primera vez, sólo nos
damos cuenta de ello al lastimar, ahí siempre hay
una segunda oportunidad, pero debemos evitar
volver a hacerlo porque el verdadero amor es
intolerante a la oscuridad.
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