Como empresa constructora nuestros días transcurren entre planos, proyectos, y obras en ejecución que ocupan nuestro tiempo y nos mantienen en ese bucle, donde todo tiene que ver casi exclusivamente con ese mundo de cemento, ladrillos y andamios. La construcción, convierte, modifica, es cierto desarrolla, pero también es agresiva con el ambiente donde se construye. Para intentar minimizar al menos ese impacto, nos parece útil pensar en la naturaleza y rescatar valores de ella con distintos medios y formas. La cultural es una de ella, y Constructora Resek lo hace con el arte. Hoy les comentamos sobre una de esas situaciones.
A pedido de nuestro comitente el Ministerio del Agro y la Producción de Misiones, realizamos la construcción de los núcleos sanitarios y salón para laboratorio de la “Asociación de productores, industriales y comerciantes forestales de Misiones y el norte de Corrientes” (APICOFON) organización que representa a las empresas del sector foresto industrial de la región.
Al final de la tarea nuestra empresa como ejecutora, obsequió a APICOFOM una intervención artística en un muro lindante a la obra construida que consiste en un mural producido por el Departamento de Arte de “Ing. Resek y Cia SRL”.
Con esta propuesta la empresa comienza una serie de producciones en las que se pretende revalorizar y rescatar en forma destacada, las especies vegetales protegidas de Misiones.
La intervención artística, se realizó con la modalidad de mural, estilo free hand, con aerosoles, sobre el muro sin boceto previo.
En esta obra se buscó revalorizar al “árbol y flor provincial” emblema de Misiones, por lo característica y reconocida de su imagen en el paisaje natural, donde resalta el nítido color rosado de su profusa floración: el “lapacho negro”, es reconocido por su típica flor de color rosado intenso.
Que son los monumentos naturales
A los fines de contextualizar, vale aclarar que se consideran monumentos naturales a los elementos naturales, claro está, del paisaje; y entre los objetivos perseguidos con esa declaración están el proteger los recursos genéticos y procesos ecológicos para mantenerlos sin alteraciones. Los objetivos pueden ser distintos según el bien que se busca preservar. Pueden ser valores escénicos, geográficos o geológicos, únicos o excepcionales. Con estos monumentos naturales se pretende facilitar oportunidades a la educación, la investigación científica, la recreación y el turismo y también proteger a la flora y la fauna silvestre.
Nuestra provincia con una clara visión y perspectiva preservacionista, pionera en el país por ser el primer estado en darle rango ministerial al área encargada del resguardo de espacios, paisajes, flora y fauna en todo el territorio; también fue señera en cuanto a la creación de monumentos naturales provinciales. Y así como ya están protegidas especies de la fauna con carácter de «MONUMENTOS NATURALES» como el “yaguareté”, el “anta o tapir”, el “oso hormiguero”, el “aguara guazú”, el “tucán grande” y el “águila harpía” entre tantos otros; también dio el mismo rango de protección a especies arbóreas propias de la flora provincial.
Monumentos naturales de la flora
En nuestra provincia son especies protegidas con esa categoría de “monumento natural” el “Araucaria angustifolia o pino Paraná” y el “Aspidosperma polyneuron” también conocido como “Palo Rosa” que fueron declarados monumentos naturales provinciales mediante la ley sancionada en el año 86. El mismo rango alcanza entre otros al “urunday blanco”, el “pindocito”, el “chachí bravo” y el “chachí manso” entre otras. El “Tabebuía heptaphyla” o “lapacho negro” también fue declarado monumento natural provincial y flor oficial de la provincia de Misiones mediante la LEY XVI – Nº 91 (antes ley 4318/06) sancionada el 4 de agosto de 2006.
En el video que compartimos hay un breve relato y muestras de la producción mencionada, generada por la Dirección de Arte de Constructora Resek
El “lapacho” en nuestra cultura
Este árbol hijo de nuestra tierra es reconocido por la dureza de su madera. Reina en nuestros montes y adorna muchos paisajes urbanos de nuestro país. Cuando los ocres del otoño ya quedaron atrás y fueron reemplazados por los colores opacos del invierno, sabemos que se avecina la primavera cuando florece el lapacho. Según el “saber popular” ya no habrá más “heladas” porque el paisaje empieza a vestirse de rosa. A fines de agosto, comienzan a alegrar el paisaje y perfumar plazas los lapachos negros, que con sus racimos de flores rosas, vuelven a dar color al paisaje.
Con respecto a su utilización en las ciudades, el lapacho rosado representa además, una herramienta interesante para los arquitectos urbanistas quienes lo usan en sus proyectos con el objeto de embellecer el ornamento de las urbanizaciones y ciudades, debido a su capacidad de pintar el paisaje de las urbes con su llamativo color rosado.
Lapacho negro
Familia: BIGNONIACEAE
Nombre científico: Handroanthus heptaphyllus (Vell.) Mattos
LEY XVI – Nº 91 (ANTES LEY 4318/06)
Esta especie alcanza una altura de 30 m. y su tronco puede llegar a medir 1,30 m. de diámetro; la corteza es áspera de color grisácea y con surcos longitudinales profundos y largos. La copa es algo globosa y amplia. Las hojas son caducas, compuestas y están formadas por 5 (hasta 7) folíolos de hasta 15 cm. de largo y 5 cm de ancho cada uno, de color verde claro a verde oscuro.
Florece durante los meses de julio a septiembre, la planta pierde totalmente sus hojas antes de la floración. Sus flores tubulares acampanadas, son de color rosado, muy variable en intensidad de este color, con la garganta de color amarillo, alcanzando un tamaño de 7 cm. de largo y sus frutos son cápsulas alargadas de hasta 40 cm. de largo por 0,5 a 1 cm. de diámetro, las semillas son numerosas y aladas.
Es un árbol distribuido en Sudamérica llegando hasta el noreste argentino, encontrándose en Misiones, Corrientes, Chaco y Santa Fé. Por la misma ley fue declarada “flor oficial de la provincia de Misiones”.







