Días pasados revisando el feed de Facebook nos encontramos con una publicación -que en tono de humor- hablaba de la aplicación de un «sobretecho» a una vivienda, para solucionar el problema de las goteras. Uno de los amigos de quien hizo la publicación agregó que esa solución – ya no en tono de humor- aplicada a las viviendas en nuestra región bajaría considerablemente la temperatura interior de los ambientes en torno a los 10 o 15 grados; lo que no es poco para los hogares los misioneros, si consideramos que en este enero la sensación térmica de todos los días está clavada en torno a los 40 grados centígrados. Marcas que hacen invivible algunos ambientes sin algún sistema de ventilación adicional como el uso de ventiladores o de equipos de refrigeración o aire acondicionado.
Insistimos, visto en clave de humor parece chiste, pero no lo es. Es una solución alternativa para algunos casos, aunque no es la única. Cada caso se resuelve con distintas sistemas y productos, en función de las demandas concretas.
Obviamente el sobretecho que da motivo a esta nota, no es la mejor solución, puesto que no es la más económica. Antes que eso, hoy en día ya existen materiales que se aplican sobre las chapas de los techos como si fuera una membrana líquida, de color blanco; que promete -si se utiliza en las proporciones que indica el fabricante- mermas en la temperatura interior del orden de los 6 a 8 grados centígrados. Una baja más que importante.
Respecto de este aislante podemos decir que es un producto líquido de fácil aplicación que -según el fabricante- utiliza tecnología de última generación. un constituido de nano-esferas poliméricas expandidas que confieren excepcionales propiedades reflectivas y aislantes de las radiaciones infrarrojas, lo cual permite evitar la absorción del calor solar, mediante lo cual logra disminuir la temperatura interior de 6 a 8 grados
Del mismo modo y con el mismo concepto del sobretecho; hay construcciones en las que se aplican revestimientos, a modo de piel exterior, con una separación de 15 a 20 centímetros de la pared externa, en la que se colocan «placas cementicias».
Las placas cementicias también conocidas como superboard, están compuestas por cemento, puede venir cubierta en ambas caras por una malla de fibra de vidrio, la cual otorga flexibilidad a la placa para evitar que se parta. La malla de fibra de vidrio suele ser una grilla de celdillas de 4 x 4 mm, más el agregado de una capa protectora, que defiende a a la fibra de vidrio de la alcalinidad del cemento y de las pinturas.
Este material se utiliza actualmente como revestimiento exterior en «steel frame». La placa cementicia equivale al revoque grueso de la construcción tradicional.
Sobre la placa se aplica pintura elastomérica, conocida también como revoque o revestimiento plástico, con una llana de metal. Esta pintura otorga textura y color a los muros, reemplazando el revoque fino y la pintura de la construcción tradicional, por lo que permite ahorrar tiempo y costos de mano de obra.
En síntesis, hay alternativas que permiten ayudar en el control de los factores externos como la humedad producto de las lluvias o de las altas temperaturas para el caso de los techos y paredes. Sobre esos materiales vamos a ampliar conceptos en próximas entradas.
