Siesta de enero en Misiones. El sol ya paso el cenit, que es cuando más perpendiculares caen los rayos del sol y que por ende más calientan, pero el termómetro todavía no lo refleja y todavía es probable que suba unos grados más. A diario registra siempre por encima de los 36 o 37 grados con térmicas que llegan a los 40… Un calor de novela.
La canícula es la temporada del año en la cual el calor es más fuerte, tanto en el hemisferio Sur como en el Norte. Y este año volvió a sentirse como el más caliente de los últimos años; y hasta es probable que sea cierto. Todavía no hay registros estadísticos oficiales de la temporada, pero todo indica que el calentamiento global continuará, con máximas y mínimas de promedio cada vez más extremas, con los efectos colaterales que traen consigo.
Millones de personas están experimentando los efectos del cambio climático de primera mano. Las olas de calor abrasador baten récords de temperatura en todo el mundo. Incendios, cultivos dañados por la sequía, cortes en el suministro eléctrico, incendios forestales. Los daños son incontables.
Pasamos muy rápidamente de una amenaza abstracta a una era de récords de temperatura, enormes sequías e incendios más grandes. Esto hace que mucha gente se pregunte si el cambio climático es más rápido de lo que esperaban los científicos o si son estos fenómenos más extremos de lo que los estudios habían predicho que serían, dados los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Los efectos del cambio climático son inminentes y cada vez parecen empeorar un poco. Los niveles de dióxido de carbono están por las nubes y las temperaturas podrían aumentar unos 5° C para finales de siglo, según el “Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas”.
El anunciado colapso climático plantea la necesidad de encontrar soluciones desde la arquitectura y la ingeniería para viviendas a prueba de condiciones extremas; habrá que prepararse para viviendas en climas más hostiles, apelando a la reutilización de infraestructuras del pasado, integrando los últimos desarrollos tecnológicos y materiales innovadores con el objetivo de garantizar la supervivencia humana.
Cambio climático. La temperatura promedio continúa en alza
Esta situación provocará una aceleración del deshielo en los casquetes polares, con la consecuente subida del nivel del mar, y aumentará la frecuencia de fenómenos extremos como las inundaciones y los huracanes.
Los humanos debemos prepararnos de distintas formas para resistir ante la gravedad cada vez mayor de estos escenarios. Una de ellas debe centrarse en las casas y edificios en los que vivimos y trabajamos; la sociedad necesita soluciones arquitectónicas que hagan frente a las consecuencias del cambio climático.
Construcciones flotantes, casas giratorias y edificios que miden sus emisiones y que autorregulen su temperatura son algunas de las propuestas que hay sobre la mesa. ¿Parece de ciencia ficción no? Pero en la tarea para paliar los efectos del cambio de clima, los especialistas insisten en que la arquitectura también debe que contribuir a minimizar sus impactos para que desaparezca el problema.
Que hacer ante la permanente suba de las temperaturas
Los cambios de temperatura son cada vez más extremos debido al efecto invernadero. Ante el calentamiento global, los especialistas sugieren que habría que dejar de depender del aire acondicionado y empezar a construir edificios que suponen un enorme desperdicio de energía.
Una de las alternativas sería el diseño de casas giratorias. La empresa “Sun House 360°” desarrolló un modelo de casa giratoria que busca la luz y la eficiencia como si fuera una planta. Son diseños futurísticos, de eso no hay duda. La casa dispone de un sistema de giro inteligente para regular la temperatura, que hace que se oriente al sol si hace frío o de espaldas a él si hace calor. Pero además la vivienda también «logra un ahorro energético de hasta el 70 % gracias a sus materiales aislantes, el sistema de orientación y las placas solares que pueden instalarse”.
Frente al futuro
Transformar nuestro concepto de “casa” para crear nuevos habitáculos resistentes y resilientes resulta imperativo en este escenario de pulso contra el medio natural.
Los expertos coinciden en que la construcción que puede vencer al cambio climático será aquella que busque la sostenibilidad y la eficiencia, que esté preparada para escenarios peligrosos, pero que también los prevenga.
¿Cómo será la edificación del futuro? Deberá tener unos buenos aislamientos térmicos, ser energéticamente sostenible y rápida de construir.
Las estructuras sumamente rígidas son las que más sufren, por ejemplo, durante un sismo, mientras que las estructuras flexibles tienen un mejor comportamiento que hace, se mantengan en pie por más tiempo.
La economía circular será clave, también, en la forma en que diseñaremos y reutilizaremos nuestros edificios.
El apocalipsis climático, o geopolítico, también inspira soluciones de supervivencia más tradicionales, en las que se aprovechan infraestructuras del pasado para mirar hacia el futuro. La empresa “Vivos xpoint” compró en 2016 un conjunto de bunkers que sirvieron como almacén de munición entre 1942 y 1967. Ubicada en algún lugar de Dakota del Sur, esta “urbanización del armagedón” podría abastecer hasta a 5000 personas durante un año bajo tierra, según sus promotores.
Otro ejemplo de esta tendencia de arquitectura apocalíptica con reminiscencias bélicas sería el proyecto “Survival Condo”, un antiguo silo de almacenamiento de misiles en Kansas que se está reconvirtiendo en un edificio de apartamentos de lujo para sobrevivir bajo tierra a lo que sea que ocurra en la superficie.
Cultivos hidropónicos, generadores de diesel, paredes de hasta tres metros de grosor, aerogeneradores son algunas de las herramientas con las que se cuentan para esperar a las potenciales catástrofes. Hay que estar preparados. Mientras tanto, hay que colaborar en concientizar, educar, alentar a evitar daños al medioambiente, ser más responsables como ciudadanos. Evitar malgasto de energía eléctrica, de agua potable, evitar la contaminación de cursos de agua; en fin, ser más serios y responsables con el medioambiente que nos cobija.
Esta nota de verano se elaboró a partir de lecturas de blog especializados en la temática.
Información publicada en notas originales en https://www.sacyr.com/-/-puede-la-arquitectura-natural-mejorar-nuestra-calidad-de-vida- y en https://www.technologyreview.es/s/10216/construccion-para-sobrevivir-y-luchar-contra-el-cambio-climatico
